Cuando se sufre un accidente de tráfico, podemos reclamar tanto los daños personales como los daños materiales o gastos (médicos, farmacia, vehículo, etc). Así mismo, los ocupantes del vehículo también tienen derecho a reclamar daños a la compañía aseguradora.
De forma previa a la vía judicial, se lleva una negociación con la aseguradora del vehículo causante.
Es clave recabar el mayor número de pruebas: testigos, fotos, matriculas, etc.
Por otro lado, en el momento que se produce el accidente, la persona causante del mismo:
- podrá estar de acuerdo en los hechos
- no estar de acuerdo en los hechos
- que se haya dado a la fuga, o bien
- que en ese momento por los daños ocasionados, no sea posible comunicarse.
Si no se rellena un parte amistoso, y siempre que las circunstancias lo permitan, es muy importante, llamar a la policía inmediatamente que levantará atestado, preguntará a los testigos si los hubiera, y dejará constancia de todo lo practicado.
Si el accidente ha sido de una entidad suficiente, hay que acudir al hospital para que valoren las lesiones, porque en ocasiones, las víctimas se encuentran aparentemente bien, y no observan a simple vista daños personales, los cuáles podrían surgir posteriormente.
Conserva en tu poder toda la documentación facilitada por el hospital y las facturas de desplazamiento, medicación, etc. porque se debe enviar a la aseguradora, que se pondrá en contacto para ofrecer la indemnización que consideren, siempre de forma motivada.
Si no estuvieras conforme con la indemnización que legalmente le corresponde, según reciente normativa vigente, se puede solicitar un informe pericial de los daños ocasionados al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Este informe puede confirmar lo que estás solicitando, y si la empresa aseguradora no cediera a tus pretensiones, podrás interponer una demanda.